Aprender a analizar los resultados de la producción agrícola
El análisis de los resultados también forma parte del éxito de la producción agrícola. Saber si la planificación salió como se esperaba y si la producción alcanzó la meta preestablecida ayuda al productor a tener una noción más precisa de la marcha del negocio rural.
Conozca los principales factores que merecen atención en la agricultura y aprenda a analizar los resultados de su producción agrícola.
¡Compruébelo!
¿Qué factores son cruciales para el éxito de la producción agrícola?
El éxito de la producción agrícola viene determinado por una serie de factores que influyen directamente en los resultados de la propiedad rural.
A continuación, hemos seleccionado los principales.
Época de siembra
En primer lugar, la época de plantación es uno de los factores fundamentales para el éxito de la plantación. Al fin y al cabo, saber qué periodo ofrece las mejores condiciones de desarrollo para su cultivo puede determinar si será productivo o no.
En este sentido, se recomienda consultar el calendario agrícola de su región para identificar en qué mes del año debe comenzar a plantar su cultivo.
Además, las instituciones regionales suelen publicar recomendaciones para las especies locales.
Preparación y gestión del suelo
El manejo y la preparación del suelo son puntos esenciales para obtener buenos resultados en la producción agrícola. En esta fase es importante tener en cuenta las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo y elegir el mejor método de plantación para su cultivo.
En la práctica, existen dos sistemas de plantación utilizados por la mayoría de los cultivos: la siembra directa y la plantación convencional.
La siembra directa se caracteriza por un tipo de manejo en el que la paja y otros restos culturales derivados de la cosecha se dejan en la superficie del suelo. Así, en este método hay poca o ninguna alteración del suelo entre la cosecha y el siguiente cultivo, lo que preserva la paja antes y después de la siembra.
Por el contrario, la plantación convencional consiste en el uso de prácticas tradicionales para la preparación del suelo. Así, en este tipo de sistema se elimina toda la vegetación y se remueve la tierra mediante arado y rastreo, técnicas utilizadas para facilitar el crecimiento de las raíces de las plantas.
Fertilización
La fertilización se encarga de reponer los nutrientes que ayudan al crecimiento de las plantas. De este modo, contribuye a una buena nutrición del suelo y, por tanto, garantiza el correcto desarrollo del cultivo.
En resumen, los nutrientes pueden dividirse en dos grandes grupos, los macro y los micronutrientes. Entre ellos, los considerados esenciales son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, representados por las siglas NPK.
Nitrógeno: en general, todas las plantas necesitan nitrógeno. Sin embargo, los suelos más carentes de este tipo de nutriente son los considerados pobres o los que se utilizarán después del cultivo.
Fósforo: nutriente primordial para las plantas que tienen flores y frutos. Los suelos arenosos suelen necesitar este nutriente.
Potasio: como los demás, es esencial para todas las plantas, especialmente las que producen flores y frutos. Es capaz de beneficiar a todos los tipos de suelo, especialmente a los que han recibido mucho abono o estiércol con alto contenido de magnesio.
Así, para abonar, se recomienda buscar la ayuda de profesionales especializados en el área, que puedan asesorar sobre la necesidad de utilizar fertilizantes e identificar el contenido de nutrientes adecuado para el suelo.
Calidad de las semillas
La calidad de las semillas también merece atención. Esto se debe a que la calidad de la semilla determina el rendimiento potencial del cultivo, es decir, si el resultado final del cultivo será positivo o no.
Por lo tanto, es esencial analizar los atributos físicos de la semilla, lo que incluye los daños mecánicos, la presencia de insectos y el tamaño estándar para facilitar la siembra.
Además, también es importante evaluar los atributos sanitarios. Después de todo, las semillas son uno de los principales medios de diseminación de enfermedades, especialmente en zonas nuevas.
Vale la pena señalar que, para tener un buen rendimiento en la agricultura, es esencial invertir en semillas certificadas.
Algunas características de las semillas de buena calidad son:
- Alta germinación;
- Buen vigor;
- Ausencia de semillas invasoras;
- Ausencia de hongos fitopatógenos.
Espaciado y densidad de siembra
Al principio, el espaciado en la mayoría de los cultivares oscila entre 40 y 50 cm, siendo la media de 45 cm. Sin embargo, existe una tendencia a aumentar el espaciamiento hasta 50 cm y, en casos específicos, se puede optar por espaciamientos fuera de este rango.
En relación con la densidad de semillas, deben tenerse en cuenta algunos factores. Estos factores son:
- Rodales del cultivar para la zona;
- Poder germinativo;
- Vigor de la semilla;
- Eficacia de la siembra;
- Factores (plagas) que pueden reducir el número de plantas emergentes;
- En la práctica, tanto el espaciado como la densidad se determinan en función del tipo de cultivo.
Control de plagas
Sabemos que las plagas pueden causar grandes daños a los cultivos y perjudicar el rendimiento/productividad de la cosecha, ya sea por la transmisión de enfermedades o por sus ataques.
Algunas de las principales plagas que afectan al cultivo son:
- Helicoverpa armigera;
- Broca del café (Hypothenemus hampei);
- Moho Blanco (Sclerotinia sclerotiorum);
- Cochinilla (Dactylopius coccus);
- Mosca de la fruta (y del Caribe);
- Ácaros;
- Roya de la soja (Phakopsora pachyrhizie);
- Mosca blanca (Bemisia tabaci);
- Gusano del algodón (Antonomus grandis).
La cuestión es que para cada tipo de plaga existe un método específico de control. Por lo tanto, se recomienda identificar qué especie está afectando a su cultivo y luego definir estrategias para combatirlas.
Para conocer los mejores métodos de gestión, lea nuestro artículo sobre control de plagas.
Riego
En resumen, el aumento de la producción agrícola está directamente relacionado con el correcto riego de los cultivos. Al fin y al cabo, a través de él es posible reducir las pérdidas causadas por la sequía, además de producir más de una cosecha al año.
En general, los tipos de riego pueden variar, y para elegir el método correcto es necesario tener en cuenta factores como el cultivo, el tipo de suelo, la ubicación, el clima, los factores financieros y humanos.
En este sentido, lo mejor es buscar la ayuda de un agrónomo para elegir el sistema de riego más adecuado para su cultivo.
Punto de cosecha
El punto de cosecha es otro factor que merece atención desde la planificación del cultivo. Conocer el momento adecuado para la cosecha puede determinar el éxito de los resultados del cultivo.
En el caso de los cereales, por ejemplo, la cosecha se realiza después del punto de madurez fisiológica, especialmente cuando el contenido de humedad está entre el 13% y el 15%.
En ese escenario, la cosecha de maíz comienza cuando el grano está fisiológicamente maduro. Esta madurez puede identificarse cuando las semillas alcanzan el máximo de materia seca, lo que normalmente coincide con la máxima germinación y el máximo vigor en la mayoría de las especies.
La soja, en cambio, considera un contenido de humedad entre el 13% y el 15%. Esto se debe a que cuando la soja alcanza la madurez fisiológica, su contenido de humedad varía entre el 30% y el 65%, lo que hace inviable la cosecha mecánica.
Uso de la tecnología
Por último, el uso de la tecnología es un factor que, además de aportar practicidad, proporciona resultados significativos para la agricultura.
Como hay muchas opciones de tecnología, lo que determinará su uso será la necesidad y las características de cada propiedad.
En este escenario, tenemos las siguientes alternativas:
- Teledetección;
- GPS en maquinaria agrícola;
- Sistemas Integrados de Gestión;
- Sensores de identificación de plagas y problemas nutricionales;
- Predicción climática;
- Control detallado de insumos y costes;
- Información de satélites de alta precisión o drones.
Por lo tanto, recuerde: antes de invertir en una herramienta, identifique la necesidad de su propiedad y elija una tecnología que pueda satisfacer su demanda.
¿Cómo el productor rural puede analizar eficazmente los resultados de la producción agrícola?
Tan importante como identificar los factores clave para el éxito del cultivo es analizar los resultados de la producción agrícola de forma continua. Vea cómo puede realizarse este análisis:
Seguimiento de cada etapa de la producción
Supervisar cada paso de la producción, incluidas las decisiones iniciales, a corto y a largo plazo, puede ayudar al productor a tener una idea más precisa de los resultados del cultivo.
Esto incluye el seguimiento de las cosechas, los costes por propiedad rural, parcela, los rendimientos por variedad, el cierre de la producción y el análisis de la producción estimada frente a la realizada.
Uso de sistema de gestión agrícola
Por último, el uso de la tecnología es un factor que, además de aportar practicidad, proporciona resultados significativos para la agricultura.
Como hay muchas opciones de tecnología, lo que determinará su uso será la necesidad y las características de cada propiedad.
En este escenario, tenemos las siguientes alternativas:
- Teledetección;
- GPS en maquinaria agrícola;
- Sistemas Integrados de Gestión;
- Sensores de identificación de plagas y problemas nutricionales;
- Predicción climática;
- Control detallado de insumos y costes;
- Información de satélites de alta precisión o drones.
Por lo tanto, recuerde: antes de invertir en una herramienta, identifique la necesidad de su propiedad y elija una tecnología que pueda satisfacer su demanda.
¿Cómo el productor rural puede analizar eficazmente los resultados de la producción agrícola?
Tan importante como identificar los factores clave para el éxito del cultivo es analizar los resultados de la producción agrícola de forma continua. Vea cómo puede realizarse este análisis:
Seguimiento de cada etapa de la producción
Supervisar cada paso de la producción, incluidas las decisiones iniciales, a corto y a largo plazo, puede ayudar al productor a tener una idea más precisa de los resultados del cultivo.
Esto incluye el seguimiento de las cosechas, los costes por propiedad rural, parcela, los rendimientos por variedad, el cierre de la producción y el análisis de la producción estimada frente a la realizada.
Uso de sistema de gestión agrícola
En principio, el uso de tecnologías que recopilan datos precisos sobre la propiedad permite al productor rural gestionar y controlar la información desde el campo con mayor seguridad y eficacia.
En la práctica, este sistema permite monitorear el rendimiento del cultivo y también señalar los puntos de mejora que se deben realizar.
Así, con base en esta información, el productor rural puede tomar decisiones asertivas con más seguridad, lo que hace que el negocio sea mucho más rentable.
En resumen, tecnologías como el sistema de gestión agrícola permiten un control más eficaz de las demandas de la propiedad y, por tanto, hacen que la empresa rural sea más competitiva. En otras palabras, todo ello puede generar oportunidades de inversión y perspectivas de crecimiento del mercado.
MyFarm, por ejemplo, ofrece el control de varios servicios integrados, como la gestión financiera, el inventario, el almacenamiento, la producción, la maquinaria, los cultivos y las obligaciones fiscales.
